lunes, 22 de junio de 2009

CAPÍTULO ESPECIAL: "NOVENO CUMPLETAKOS" - Dedicado a los incondicionales de Kakuki. Kakuki os quiere -

Antes de seguir con el EPIBLASODIO 4: "CANIQUERO ROMPEBOLAS" - Segunda Parte -, dedico un capítulo especial a todos los seguidores incondicionales de Kakukis Of The World, por la calurosa acogida y el apoyo ofrecido al blog (sea cierto o no, of course). Hago especial hincapié en esas personas que incluso han inundado de significado este espacio, a priori tan "personal", pero que da gusto seguir compartiendo con ellos. Son otra subespecie de Kakuki, porque han demostrado sentirse dentro de este extraño y divertido mundo, haciendo de las suyas... Sabéis quienes sois, hijos de la gran puta!!!!

Recuerdos especiales también para un Kakuki en la lejanía, pero siempre dentro de mi musculoso y sano corazón. Apretones y retortijones desde Güerva York con Queso hasta Bochum, ciudad alemano-prusiana perteneciente al reino de Navacerrada Goikoñorea, que tiene su etimología en la palabra hispano-kakukera "Bochinno" o también "Boquino": dícese o no se diga, del boquino o labio femenino singular susceptible de ser lambuceado y/o /u, para/ por/ sobre/ bajo, relambiado hasta la saciedad. Bonita ciudad, seguro... Hail!!!!
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En el verano del 89, Kakuki iba a celebrar su 9º (no ve, no, osea, que está cegato perdío, y punto) cumpletakos. Él no quería, más allá de la piara de regalos que esperaba...

Kakuki, por aquella época, era, en muchas ocasiones, un ser tímido, aunque pudiera parecer lo contrario a simple vista. No era muy dado a recibir sorpresas, ni regalos, sobre todo si no eran económicos o sexuales, así que aquel 22 de Junio del 89 se levantó de la cama, celebrando, además de su cumpletakos, el primer día de vacaciones tras el mierdoso curso de 3º de E.G.B. en el que se encontraba inmerso. Si no recuerdo mal, Kakuki aquel año consiguió varios notables, mayoría de "P.A." (el progresa adecuadamente que en nuestros días se ha extinguido, gracias al bochornoso nivel comportamental de los no Kakukis de menos de 15 años) y lo menos 8 ó 9 "+".
Todo un provecho social de la época del Karma Chamaleon de Boy George y poco antes del "Otro Día Más" o "Just Another Day" de John Secagaenlosmuertotupadre, también conocido popularmente como John Secada (que seguro que ahora sí que Secaga...).

Tras el desayuno, que consistió en 7 ó 8 rebanadas de pan bimbo tostadas con nocilla, Kakuki ve y saluda a su familia, padres y hermanas, que le felicitan acaloradamente. Exceptuando un pequeño órgano Casio modelo "daleacualquierteclaquesaldráunamelodíaypareceráeinclusocreerásquesabestocarelpuñeteroartilugio" y algo de dinero, Kakuki, desgraciadamente, no tuvo ni muestras de aquel único regalo que él esperaba. La muñeca hinchable de 4 orificios tendría que esperar unos años más...

Kakuki empezó a planear mentalmente cómo debía ser ese día. El día de su cumpleaños, claramente, tenía que ser suyo, superar todas sus expectativas, que no eran muchas, ciertamente. Hacía demasiado calor para jugar a las bolas..., el centro de actividades tromperas estaba inundado del asqueroso calor propio del calor veraniego que arrasaba año tras año Little Island, la gran mayoría de los amiguetes del gran Kakuki estaban de veraneo, y era complicado jugar un buen partido de fútbol y partir algunas piernacas y, además, la soledad diaria hacía difícil poder salir a trincar algún que otro chochete bajo la parada del autobús. Con este panorama el día del cumpleaños de Kakuki se antojaba aburrido y más que largo...

Lo que no sabía Kakuki era lo que le quedaba por descubrir...


Tras el almuerzo, Kakuki salió a la plazoleta con algo de dinerillo, unos 10 duros (aaaayyyy....qué gustazo da escribir esas palabras...), para comprarse algunas gomitas (con total seguridad, entre ellas se encontraban: un "Fresquito", "Aspito" y, por supuestísimo, un "Peta Zeta"). Tranquilamente se dirigió al kiosko negro de la plaza, mítico por sus amplios ventanales en los que se podían visionar algunas revistillas guarras, en primer plano un Interviú... algo que Kakuki hacía sin ningún tipo de pudor ni verguenza. Estaba haciéndose mayor, ya con 9 años recién cumplidos, su mente estaba enferma casi por completo.

Pues bien, mientras Kakuki visionaba una de esas revistillas, pasó por El Mojonero una guapita nena, que a Kakuki no le sonaba de nada. Se quedó un poco pasmado mirándola (expresión que no costaba ningún esfuerzo mostrar a Kakuki) hasta que la nena se fue perdiendo tras una esquina. ¿Tenía Kakuki algo mejor que hacer que correr tras ella y seguir observándola? Probablemente sí, pero en aquella época el reciclaje y la concienciación medioambiental estaban aún guardadas en los ortos de la raza humana, así que tiró todos los papelazos de las chucherías al suelo, y salió jopo de allí para no perder de vista a la fémina que le había encandilado segundos antes.

Tras un carrerón sudoroso, en el que Kakuki demostró sus habilidades velocísticas, pudo doblar la esquina, no literalmente, aunque era un tío fuerte; y seguir viendo la espalda de la chica. Repentinamente, la chica se paró y se sentó en un banco cercano a la propia casa de Kakuki. Desde allí no podía verle el rostro, así que se quedó parado en la esquina, con cierto descaro, pero resguardado de toda evidencia, metiendo su lengua en el paquete de Peta Zeta, sintiendo las pequeñas y gustirrininas explosiones dentro de su boca, mientras se deleitaba con la visión de la chica. Parte esta del capítulo que podría estar firmada por Almodóvar o incluso ilustrada por Milo Manara. Guarretes que sois, y hay que daros vuestra racioncilla pincantona.....ehhhh.

Kakuki permaneció allí un instante más, hasta que, repentinamente, aparecieron dos colegas. Rafa "El Momia" y su primo, Fernando, conocido también como Nando... algo inimaginable, si no os lo describo yo aquí...
Bien, pues este encuentro, hizo que Kakuki pusiera a funcionar su privilegiada y peligrosamente creativa mente, en pos de conseguir acercarse galantemente a la chica que aún estaba en el banco. Kakuki se limpió la boca de la rojiza glucosa desprendida por la cantidad de chucherías que había estado ingiriendo en su catatónica espera y convenció a sus colegas para ir más allá y llevar a cabo alguna acción que hiciera que la nena se fijara en él.
Mientras iba acercándose, vislumbró lo que a él le pareció una botella de detergente o algo parecido en el suelo y, rápidamente, inventó algo que hacer para llamar la atención de la estupenda chica. Comentó, mientras seguían andando, que uno de los otros dos, Rafa "El Momia" o Fernando Nando saltara sobre la botella habiendo antes desenroscado un poco el tapón, para que éste saliera disparado en dirección a Kakuki y éste, al unísono, se dispusiera de forma que pudiera aplicarle, estilosamente, una patada futbolera al dichoso tapón, y así sorprender a la chica sentada en el banco.

Milimétricamente pensado en décimas de segundos, el complicado ejercicio que Kakuki se disponía a ejecutar, podía dejar en evidencia la grandeza humana de este único ser, resultado inevitable para conmocionar y atrapar emocionalmente a cualquier fémina que él quisiera, y con la oportunidad de hacerlo con la nena que le gustó, plantada y sentada allí mismo, en primera fila, para visionar tal acción.

Kakuki no podía fallar, así que, cuando Fernando Nando saltó violentamente sobre la botella y Kakuki, el Gran Kakuki, se disponía ya a realizar el movimiento de pierna "giratorio con rotación clavicular extrínseca y reborboteada de ligamentosos tirabuzones músculo-fibrales aderezados con voleteos reumatoides" con el que pretendía conseguir golpear el tapón, salió de la botella una inesperada cantidad de líquido, que fue directo y por completo a la cara de Kakuki, empapando su rostro y cabellera de... descubierto instantes depués...¡¡¡¡¡¡LEJÍA!!!!!!

El increíble patetismo de la situación, hizo que el pobre Kakuki, desde el mismísimo instante en el que sintió el caliente y abrasivo líquido en su careto, perdiera de vista, literalmente, a la chica en el banco y a todo lo que le rodeaba, entrando en una espiral de ceguera que le acojonó tanto que no hacía más que gritar: ¡¡¡NO SOY ESTIVI GUONDER, NO SOY ESTIVI GUONDER!!!...por si acaso...

Inevitablemente, nadie salvó a Kakuki de pasar 8 horas en Urgencias el día de su 9º cumpleaños, durante las cuales el padre de Kakuki no se cansó de darle patadas en el moji y repetirle a grito pelado: ¡¡¡¡¡ERE MÁS TONTO QUE OJÚ QUE TONTO ERE HIJOOOOOOOOOOOOOOO!!!!!
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Con todo mi cariño, para vosotros. No olvidemos al otro Kakuki, aka El Lópe, figura indispensable y espiritualmente creadora de Kakukis of The World.

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