martes, 16 de diciembre de 2008

EPIBLASODIO 2: EL ENTORNO KAKUKERO

Tras la breve pero intensa presentación del héroe callejero por excelencia, proseguiremos dando algunos detalles, escabrosos la mayoría de ellos, sobre todo lo que rodeaba el cuerpo, alma, aura y "lombrices culeras" del gran Kakuki.

El hogar de Kakuki conformaba una de las partes más importantes para que este singular (y masculino) ser pudiera ir configurando su particular forma de ser, estar y parecer (que son los verbos "follables", no? o copulativos, creo...). En su hogar, el gran Kakuki, se encontraba como en casa. Sí, si...que no suene exagerado, porque era así. Allí, Kakuki era libre, podía pasearse por el pasillo, pistola de "mistos" (que palabra más jodidamente chula, ya extinguida) en mano, gorra de marinero, gafas de sol estilo "Marion Cobretti" (Rayban y todo...), cazadora 7 tallas más grande; emulando a ese gran "Joe", "Michael", "Harry" y/o/u "James" que todos los hombres llevamos dentro y llevaremos de por vida, después de ver nuestra primera película del gran Clint Eastwood (NO TRADUCIR SU NOMBRE AL CASTELLANO, POR FAVOR) o "Clemente Bosque del Este", traducido al castellano (JODER MACHO, NO SE PARA QUE DIGO NADA, COMO LOS NIÑOS CHICOS, MIENTRAS MAS SE DIGA, PEOR). Pues bien, así Kakuki se iba sintiendo ya alguien especial, ya que con esa imponente y apabullante imagen pensaba que muy poquita gente podría hacerle sombra en "Little Island".

Teniendo en cuenta que aún no había acabado de hacer todos los números de MICHO, no se había hecho su primer ruizgallardón (hé aquí un dato ficticio, pues hay docu-mentos, y no de menta sino de sabores, que dejan claro que ya se tocaba con asiduidad - ndr-), no tocar su primera tetilla (excluiremos barbies, nenucos, candys o kens, pues también hay docuementos que evidencian que Kakuki no sólo tocaba los pezoncetes a éstos, sino que además los lambuceaba), y no haber bebido su primera copichuela bien cargadita ( de zumo de cebada estaba ya más que harto...); no sólo él, sino todos nosotros estamos seguros de que poca gente podría haberle plantado sombra a semejante individuo.

Ni sombra, ni arrimársele, ni acercársele, ni rozarle..., ahora, darle dos pataditas en los bemoles, era evidente que algún dia pasaría. Y sí que pasó...

La mañana del 13 de agosto de 1987, con 36ºC a la sombra de ojos, 77% de humedad, "u no me dá", y con la plaza principal del barrio abarrotada, el máximo peligro de ésta se encaró al gran Kakuki, retándole a ver quién era capaz de romperle el trompo al otro, sin poder hacer uso de trucos sucios, como ponerle una chincheta arriba al trompo, maña (es decir, originaria de Zaragoza) más que inteligente para evitar que la PÚA ajena rompiera tu trompo (pongo "púa" en mayúsculas y negrita porque en 1987 decir esta palabra podía suponer uno de los 3 grandes y mejores momentos de los calurosos dias veraniegos, incluso por encima de comerse un flan Kelia [me niego a decir polo flash] de 3 duros, de coca - cola, y hacerse esas maravillosas boqueras que a las niñas de hoy en día les salen sin comer flanes ni pollas...bueno de eso puede que sí; y por encima también, de bajar con 20 duros a la plaza, comprar chucherías a mansalva, salir corriendo donde están todos los colegas y gritar, con la campanilla más caliente que las ruedas del carro de un cartero chino (o las del carro del mismísimo Lópe...[aka Kakuki del Sur, y en todos lados Vicente el de la polla en la frente debajo del puente de continente jugando al tente]: ¡¡NO VALE PAVIA!!

Kakuki no era de esos que se achantaban a las primeras de cambio, ni hacía trampas (que se sepa hasta el dia de hoy...), así que muy educadamente, aceptó, enrolló la cuerda en su tremendo pijot...digo, ...trompo (coloreado con témperas) y, sin pestañear ni esperar su turno, lanzó la peonza con tal fuerza bruta, que destrozó por completo la pieza de madera esférica (es para no redundar...) del chulo del barrio, que tenia 25 años, llegándole uno de los trozos de aquella mítica y rompedora (¡qué irónico, ja!) "peonza pelotillera recalcada con ramilletes membranosos y cuánticamente superfluos con tonadillada croquetera" a golpearle en su ojo izquierdo. De ahí que el gran chulo se pasara a apodar EL TUERTONTO DEL TROMPO, y no ya TIRACHAPAS MORTÍFERO, como se hacía llamar antes...y de ahí también, que el gran Kakuki se llevara una descomunal patada en los cojones. Qué menos...

1 comentario:

  1. en serio te pegaron tu primera patada en los huevos por un trompazo?.... ole tu pare kaku ole tu pare....

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